Voluntad es la opción de decidir y dirigir la propia
conducta. Propiedad que se expresa de forma consciente en los seres humanos y también en
otros animales para realizar un logro con intención de un resultado. Esto es según Wikipedia.
Pero vamos a realizar un pequeño
análisis de lo que podemos entender por “fuerza
de voluntad” aplicado a la necesidad de realizar una tarea, en este caso
una actividad física (podría ser cualquier otra).
La mayoría de veces cuando la
gente que no practica ningún tipo de ejercicio físico o a los que no les
entusiasma la idea de practicarlo ya sea fitness, running ciclismo, etc. Una de
las primeras expresiones que habitualmente nos suele salir de forma espontánea
es: !! Qué fuerza de voluntad tiene !!
Eso es lo que suele exclamar o creer la
mayoría de personas al ver a un deportista machacarse en el gimnasio. Cuando en
realidad esto no es así o al menos no es del todo cierto.
Analicémoslo de forma breve. Normalmente
cuando un sujeto realiza una acción en la cual no existen elementos
desagradables para él o que no le causen cierto disgusto por lo general NO debe
ser necesario aplicar fuerza de voluntad, incluso en sesiones de intensidad
elevada.
Veamos algunos ejemplos:
Imaginemos un estudiante, al cual
sí que le gusta mucho estudiar las matemáticas, este no tendrá que hacer mucho
esfuerzo para estudiarlas, por el contrario al alumno que no le gusta estudiarlas
sí que deberá de realizar la obligación de imponer su voluntad para poder
aprenderlas. Así fácilmente podemos deducir que al que le gusta estudiar no
necesitará emplear tanta fuerza de voluntad o al menos será mínima en
comparación con el que no le gusta estudiar.
Veamos otro ejemplo. Imaginemos
una persona que no le gusta comer verduras y el mismo se obliga a comerlas
porque es consciente de que es un alimento saludable, si no le gusta necesitará
de su fuerza de voluntad para comerlas, en cambio a las personas que les
encantan las verduras no necesitarán esfuerzo de voluntad, las consumirán
encantados. Pues con el ejercicio físico pasa exactamente lo mismo, hay quien
le gusta mucho realizar actividades físicas y disfrutar con el esfuerzo y sus resultados y en
cambio existen otras personas que no les complace este tipo de actividades. Para
ser un buen practicante de cualquier actividad o materia al final lo que se
necesita no es recurrir a la fuerza de voluntad sino lo que debemos es aprender
a que nos agrade lo que intentamos llevar a la práctica. Cierto es que a veces para lograr un objetivo
o llegar a una meta deberemos aplicar el esfuerzo de nuestra voluntad y autoconvencernos
de que somos capaces pero siempre intentando ver sus aspectos positivos y más
interesantes para nosotros mismos a fin de poder obtener el mayor rendimiento
de la tarea emprendida.
Ya que si normalmente recurrimos
a la fuerza de voluntad para hacer cosas que en realidad no nos acaban de agradar
al final acabaremos aburriéndolas y abandonándolas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario