Seguimos posteando la serie de entradas con todos los ejercicios que están incluidos en mi libro titulado GIMNASIA Y TONIFICACIÓN FACIAL. Esta vez estudiaremos el ejercicio que trabaja la musculatura de los pómulos y también incluye la zona periférica de los ojos.
Aquí trabajaremos la zona de los pómulos,
reafirmándolos y la parte inferior de los ojos, que incluye la zona baja de los
parpados inferiores y lo que normalmente llamamos ojeras o bolsas en los ojos.
Beneficios estéticos: ayuda a
prevenir la aparición de las bolsas o hinchazón en la parte inferior de los
ojos, o a mejorarlas una vez ya formadas, las cuales pueden presentarse por
múltiples y diferentes causas. Un gran beneficio, entre otros,
de ejercitar esta zona estriba en favorecer y estimular de forma notable la
circulación sanguínea, lo que redunda en una serie de efectos positivos a nivel
de oxigenación y nutrición celular en músculos y piel, reabsorción de líquidos
y toxinas, además de contribuir a una mejora del metabolismo local al movilizar
toda esta área.
Al ejercitar esta zona también
colaboramos en la prevención y mejora de las finas arrugas o líneas de
expresión que surgen en la parte exterior o lateral de ambos ojos, a las que
solemos denominar coloquialmente como “patas de gallo”.
Otro gran efecto significativo
debido al trabajo directo sobre los músculos de los pómulos y mejillas, se debe
a que nos ayuda a evitar la caída y flacidez de éstos, colaborando a
mantenerlos altos y firmes, lo que a su vez favorece un efecto
atenuador sobre el surco nasogeniano,
(los dos surcos que nacen en los extremos inferiores de la nariz y descienden
oblicuamente hacia las comisuras de los labios).
Un poco más adelante veremos otro ejercicio
que volverá a tocar esta área de la cara junto con otra, es una variante de dos
ejercicios combinados para trabajar en conjunto una zona más amplia, de esta
forma extenderemos los efectos con un solo ejercicio.
Situar dos dedos de cada mano debajo de los
ojos, justo en la parte más prominente del pómulo, donde más sobresale el hueso
y ligeramente hacia el exterior, ejercemos una presión muy suave y tiramos
levemente hacia abajo, importante, no colocar los dedos encima de las bolsas de
los ojos, ni en los parpados.
Ahora deberemos ofrecer una cierta resistencia
con los dedos, intentando elevar los músculos hacia arriba como si hiciésemos
el gesto de cerrar los ojos, aunque en realidad no sea del todo necesario.

Prestar especial atención y cuidado en la
colocación correcta de los dedos, sobre todo si se padecen bolsas pronunciadas,
evitar apoyar los dedos sobre ellas, y no ejercer demasiada presión.